Un nuevo revés legal amenaza con cerrar los clubes de cannabis en Barcelona

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Autor Aleph One
29 July 2021
La sentencia del Tribunal Supremo ha cerrado el vacío legal que convirtió a Barcelona en la capital europea del cannabis
29 July 2021
2 min read
Un nuevo revés legal amenaza con cerrar los clubes de cannabis en Barcelona

Alrededor de 200 clubes de cannabis de la segunda ciudad más grande de España están dispuestos a cerrar el negocio y seguir adelante tras una decisión judicial que ha hecho que su funcionamiento sea ilegal.

España, el destino vacacional más popular de Europa, atrae cada año, entre otros, a entre 6,5 y 12,5 millones de aficionados al cannabis que vienen a disfrutar de la hierba legalmente. O casi legalmente. El famoso modelo de clubes cannábicos del país ha funcionado en la zona gris porque la ley en España y especialmente en Cataluña ha permitido hasta ahora el consumo de hierba para adultos a puerta cerrada.

¿Por qué fueron legales los clubes de cannabis en España?

Existe una ley aprobada en su día por el parlamento catalán que reconoce el uso recreativo del cannabis por parte de los adultos como un derecho fundamental. Y como la ley permite el consumo privado, también tolera el uso de cannabis en grupo.

En un principio, los clubes de cannabis debían ser esos grupos cerrados de personas en los que algunos de los miembros cultivaban cannabis para ser consumido también por otros miembros. Sin embargo, la ambigüedad de la ley creó una laguna que convirtió a estos clubes privados en bares normales donde los adultos podían comprar libremente un carné de socio. La cuota de socio era tan baja como 10 euros (11,8 dólares) y a veces se destinaba a la primera compra.

Como resultado, los clubes de cannabis proliferaron en muchas provincias de España, sobre todo en Cataluña, y su capital, Barcelona, albergaba casi el 70% de las "asociaciones" catalanas.

El más grave de una sucesión de contratiempos

Eric Asensio, portavoz de CatFac, la Federación de Asociaciones Cannábicas de Cataluña, asegura que la mayoría de las asociaciones sabían que algún día tendrían que precintar sus locales. Todo empezó en 2017 cuando el Tribunal Supremo anuló la ley que permitía la existencia de clubes de cannabis.

Durante un tiempo, los clubes de Barcelona siguieron operando bajo la ordenanza de la ciudad, pero la reciente decisión judicial pone fin a esto porque, según el juez, las autoridades de la ciudad no son competentes para legislar sobre asuntos que son una prerrogativa del Estado.

La reacción puede deberse al hecho de que algunas de las asociaciones se han convertido en grandes negocios, que atienden a los turistas y a veces se abastecen de cannabis procedente de grupos criminales de Europa del Este y de otros países.

Por otro lado, los responsables municipales y la policía admiten que el modelo pionero de clubes sociales en España ha reducido el trapicheo callejero y la delincuencia violenta asociada a él. Sea como sea, las autoridades se preparan ahora para empezar a inspeccionar los clubes de Barcelona, "empezando por los que tienen un impacto más negativo y que están orientados a los turistas y a la venta masiva".



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